Asunción de la Virgen en Cuerpo y Alma al Cielo
Es una de las fiestas marianas más importantes y que la Iglesia celebra el 15 de agosto.
Teológicamente pertenece a uno de los dogmas o verdades de Fe definidos por la Iglesia; junto a la Maternidad divina de Maria, es decir que es la Madre de Dios, y que fue concebida sin pecado original y que fue siempre virgen – el Magisterio solemne nos entregó esta verdad.
Es la ultima verdad enseñada por la Iglesia al ser definida por el Papa Pio XII el 1 de noviembre de 1950; y como es un dogma de Fe, no hay posibilidad de que seamos engañados al admitirlo, pues el Papa goza de la prerrogativa de la infalibilidad, como nos enseño el Concilio Vaticano I en el año 1870.
Según una tradición muy antigua, el arcángel San Gabriel le habría anunciado a Maria que su Hijo vendría a buscarla después de tres días.
El mismo Jesucristo había avisado a los apóstoles que se reunieran en Jerusalén para despedirse de Maria
Todos ellos habrían acompañado al cuerpo de Maria, que había sido enterrado junto a las tumbas de sus padres y de su esposo San Jose de Getsemaní, que está cerca de la Basílica de la Dormición.
Pero Tomás no llegó a tiempo al entierro de Maria y quiso ver su cuerpo para despedirse de él. Cuando abrieron la tumba, el cuerpo de la Virgen no estaba y solo vieron los lienzos con que lo habían envuelto.
Por la noche oyeron una música celestial y vieron a Maria que suspendida en el aire les decía: “alégrense, porque yo estaré con Ustedes todos los días”